El Hotel RedDot, entusiasmante hotel en Taiwán

RedDot - Hotel en Taiwán

El Hotel RedDot es la transformación de un hotel de treinta y cinco años, antes conocido como el Hotel Galaxy. En 2014 el edificio fue reconstruido. Por lo tanto, el equipo de diseño comenzó haciendo una investigación reflexiva del barrio donde se encuentra el hotel.

Descubrieron que el distrito envejecido está lleno de edificios elegantes con materiales nobles. Así, decidieron que el esfuerzo de traer una nueva vida al hotel debía combinarse con la misión de dar al edificio un papel importante para contar la historia del barrio.

Se abandonan los materiales de construcción ordinarios para el diseño del hotel. La naturaleza de los materiales de los tiempos difíciles se vuelve a descubrir dentro de la memoria del espacio-tiempo.

Por ejemplo, el edificio adopta una superficie de ladrillo y gravilla roja muy regional como sus únicos materiales de revestimiento para que el frente tenga un diálogo coherente con el contexto del distrito, así como para traer de vuelta los buenos viejos recuerdos de los días de gloria del distrito.

Los arquitectos dicen no copiar decoraciones anticuadas, sino aplicamos el nuevo diseño para que reaparezca la vitalidad del material antiguo. El diseño va en toda la disposición del espacio exterior y el interior.

Carteles de bienvenida en LED reviven una melodía nostálgica como si el reloj se retrasara 40 años. En el primer signo en el vestíbulo, ladrillo incombustible se utilizó para la pared, el suelo, y vidrios en las ventanas arqueadas. Ponemos diversos materiales de construcción con los recuerdos comunes de la gente juntos para reproducir esos hermosos días del pasado.

Como un hotel, el Hotel Reddot quiere hacer
que cada pasajero sienta placer y se sienta cómodo.

Elementos interesantes incluyen un tobogán de tubo de acero en espiral hacia abajo desde la segunda planta a la primera que inmediatamente llama la atención. El tobogán en espiral es de 102 chapas de acero inoxidable, el tobogán de metal es de 27 metros de longitud. Cada vez que los pasajeros se sientan en el tobogán y bajan, se ríen y disfrutan.

Nos imaginamos que cuando las hojas de acero inoxidable del tobogán reflejan la colorida luz de neón, se convierte en un túnel del tiempo que trae nuestros recuerdos. Así, Steven Wu, el diseñador del tobogán, realmente cree que no es simplemente por diversión, sino más bien es un objeto simbólico que revierte el tiempo y el espacio.

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