Camine extensos senderos que han sido trazados por la historia, recorra sus Parques Nacionales admirando su naturaleza o adéntrese en la aturdidora Seúl, corazón de esta maravillosa Corea del Sur, hasta llegar a cada rincón y conocer cada Templo envolviéndose en una paz espiritual que renovara su ser. Conozca en profundidad estas tierras que lo llevaran de las blancas playas de Jeju a las nieves de Gangwon-do.
Desde el año 1948 se encuentra separa de Corea del Norte y ubicada en la península entre medio de China y Japón lo cual en ciertas ocasiones la ha llevado a invasiones extranjeras ya que es un punto estratégico de gran importancia en el mapa. Conocida mundialmente como “La Tierra de la Mañana Tranquila”, Corea del Sur abre sus puertas al turista ansioso de conocer sus tradiciones y culturas heredadas de la antigua dinastía Joseon, mostrando su calma y el equilibrio constante en su población.
La imponente megalópolis, corazón de este país mágico, Seúl, centro de atracción para más de la mitad de su población, concentra en sus calles el poder económico y político de Corea entre rascacielos e inmensos Shoppings hasta numerosas cantidades de mercados tendidos en sus callejones inundando de placeres la vida de sus ciudadanos.
Seúl ha alcanzado en los últimos años expandir su ciudad aumenta el número de población llevándolo a mas de trece millones de habitantes convirtiéndose en la ciudad más poblada del país. Destino por excelencia para aquellos amantes de la cultura antigua que tendrán a su alcance Templos y Palacio de ensueños provenientes al Siglo XV. Ubicada en la cima Namsan accederán a la famosa Torre durante un atardecer para contemplar la ciudad con todo su esplendor. Anímese a alejarse de la ruidosa ciudad y disfrute sus majestuosos paisajes entrando a los Parques de Hallasa y Seoraksan.
Palacios que no debe dejar de visitar son el Palacio Real Kyongbok presentando una arquitectura impresionante, siendo la principal atracción de Seúl, siguiendo con el Palacio de Changdokkung donde quedara embelesado con sus jardines, el Palacio de Kyongbokkung el cual además cuenta con un inmenso museo que vale la pena conocer y por último el Palacio de Toksugung, pero no olvide realizar un recorrido por la Pagoda Octogonal y el santuario Chongmyo.
Contemple sus paisajes en los parques nacionales de Soraksan y Gayasan, siendo el primero hogar de imponentes cascadas y bellas montañas encontraste con sus verdes densos escondiendo antiguos y míticos Templos. “Gayasan, por otro lado, tiene en su poder el emblemático Templo de Haeinsa donde encontraran la colección y conservación de las antiguas tablas impresoras budistas provenientes del siglo XIII las cuales han sido Nombras por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
“Buda de Piedra” un monumento que no debe estar fuera de su lista a la hora de realizar recorridos y visitas. Ubicada en Ichong-Dong, esta inmensa escultura se alza con doce metros de altura y es causante de miles de visitas anuales. En sus cercanías podrán ir de paso a “Villa de Hahoe” y conocer en profundidad sus bellas artes plasmadas en la danza y la obra teatral.
Un lugar que los llenara de dudas e intrigas es la misteriosa Isla de Ullung, activos volcanes se encuentran en ella y la sorpresa nace en sus visitantes durante los días de lluvia, cuando sin ningún motivo o razón todo su cielo crea una atmosfera oscura creando en el interior de sus visitantes este sentimiento de misterio y rareza.
Corea del Sur es un país con una oferta turística muy amplia que ha ido creciendo en las últimas décadas abriendo un abanico de posibilidades mágicas a cada turista brindándole un viaje inimaginable que llevara en su memoria por siempre.