Conocida como la Isla Roja, separada del Continente Africano por el canal de Mozambique y con sus costas bañadas por las transparentes aguas del Océano Indico, Madagascar aun invade las mentes de sus visitantes con historia de piratas y aventuras jamás escuchadas convirtiendo a estas tierras rojas en un cuento de magia.
Actualmente es visitada por miles de turistas, su extenso territorio la convierte en la cuarta isla más grande en el mundo habiéndose desprendido del Continente Africano hace millones de años y lograr conservar especies únicas de animales exóticos, uno de los principales motivos de atracción científica y turística. Su tierra está formada en gran parte por hierro y aluminio lo cual le da ese toque rojizo, al igual que Sierra Leona, tan peculiar que la distingue del resto.
Sorprendentemente la Isla ha tenido una gran influencia asiática lo cual hace que su población tenga rasgos muy notables y una obviedad es su lenguaje malgache proveniente de la polinesia. Afortunadamente Madagascar a tenia la influencia de muchas culturas, la ya nombrada cultura asiática como también la Africana y no debemos dejar a un lado la fuerte combinación árabe que su pueblo ha recibido a lo largo de tantos años, lo cual hace de estas tierras un lugar muy interesante y seductoramente atractivo.
Los amantes de la naturaleza alcanzaran el punto más alto de fascinación al tener su primer encuentro con su flora y su fauna, que han sabido sobrevivir a tantos cambios, sus paisajes lo dejaran anonadado, su atención será robada por Tsingy en la cual grandes alpinistas caerán a sus pies, pero no deberán dejar de lado en su recorrido el gran encuentro con sus especies de lémures y baboas.
Comenzando por el corazón económico de la Isla, la ciudad de Antanarivo se encuentra ubicada en las colinas donde las suaves brisas pueden sentirse por completo rozando su rostro. Famosa por sus mercados y su gran toque francés en cada restaurante como el Kudeta, la ciudad no deja ser considerada por sus visitantes como un gran Pueblo. En su contraparte encontramos Tulear, una bella ciudad ubicada al sur de la isla y utilizada como punto de partida para variadas excursiones que se realizan en las costas en donde además podrán admirar su pintoresco puerto, pero si lo que desean es pasear por avenidas iluminadas, mercados pertenecientes a las colonias francesas que aun se encuentran aquí y conocer el puerto más grande de la Isla, deberá dedicar unos días a Tamatave y conocer su belleza.
“Fort Dauphin” o mayormente reconocida por su gobierno como la ciudad oscura Tolangaro, es el lugar donde la historia y el origen de Madagascar se hacen presentes. Su calma esta en cada rincón y en algunos momento del día parece despertar de una gran sueño y mostrar la majestuosa realidad que se encuentra en sus alrededores. Los Parques más excepcionales se encuentran aquí, desde Andohanela hasta las reservas de Berenty. Los sabores típicos de la zona podrán saborearse en Le Recreat aunque otro lugar precioso pero también un tanto costoso en donde podrán satisfacer su paladar es en Miramar.
Inevitablemente “Le Sainte-Marie” es un lugar obligado para cualquier turista, una increíble isla llena de historias y cuentos ubicada al este de la Isla de Madagascar en donde podrá recorrer largas distancias por mar admirando formaciones rocosas inigualables como también conocer sus playas tan delicadas donde el buceo y los paseo por moto de agua se vuelven imprescindibles.
Por otro lado, el principal motivo de visita es el aclamado Cementerio Pirata, tumbas con una antigüedad increíble pertenecientes al Siglo XVII, este fascinante lugar se debe a que la isla fue durante años y años uno de los refugios piratas más importantes en el mundo. Piratas famosos y recordados se encuentran aquí enterrados como Robert Culliford y Thomas Tew cerca de la Bahia Forbans que su momento les protegía sus barcos de grandes tormentas. Así que como vera, la Isla de Madagascar es un destino único e inimaginable lleno de magia y aventura que debe estar en su lista.