Apenas a unas calles de la avenida Spadina, la más famosa del gran Barrio Chino, se levanta la “zona hippie” de Toronto, el Kensington Market. Este barrio, que en noviembre de 2006 fue distinguido como Sitio Histórico de Canadá, es el más fotografiado de todo Toronto y con el paso de los años se ha ganado la atención de los visitantes de otras ciudades y el cariño de los locales.
La metamorfosis que atravesó el barrio a lo largo de los años es, cuando menos, curiosa. Tras la guerra de 1812 el militar George Taylor Denison compró unas tierras en la ciudad y llamarlo Bellevue Square Park y ofrecerlo como base para los voluntarios militares. Con el paso de los años, ya entrados en el Siglo XX, los inmigrantes de origen judío se fueron instalando allí.
Entre 1910 y 1930 el barrio se transformó en una zona que recordaba a la Europa que los inmigrantes habían dejado atrás y se popularizó en Canadá por congregar comercios de todo tipo. La presencia judía fue tan notable que se crearon infinidad de sinagogas. Pero después de la Segunda Guerra Mundial y gozando de una mejor posición económica las familias judías se movieron a otras zonas más adineradas.
Cuando los judíos dejaron el barrio se arraigaron allí otros inmigrantes provenientes de las Islas Azores, del Caribe y de Asia haciendo de la zona un área mucho más cosmopolita. Con el paso de los años el lugar continuó recibiendo inmigrantes, como si se tratara de un imán para habitantes de otras tierras, y allí se establecieron personas provenientes principalmente de América Latina antes de que los artistas y creativos de aires hippies instalaran sus negocios y le dieran el carácter que tiene hoy el lugar.
Hay dos festivales que gustan mucho a los locales y que están orgullosos de mostrar a los visitantes de su ciudad. El primero de ellos se celebra en diciembre y participan marionetas gigantes que se pasean por las calles atrayendo la atención de niños y adultos.
En el carnaval, además de ver de inmensas marionetas, se pueden apreciar también hombres con zancos, lanzallamas, bandas de música samba y bailarines que mueven el esqueleto para alejar un poco el frío. La fiesta se hace para celebrar el solsticio de invierno, el cual es recibido con mucho ruido y obras de arte de todo tipo como teatro, pintura y música.
La segunda celebración famosa es el Festival de Peatones, el cual se celebra cada domingo durante el verano. La fiesta es simple: quien manda es el peatón así que durante el domingo están prohibidos los vehículos y sólo se permite circular a pie por la zona. Por si os preguntáis sí, también hay música, bailarines y muchas cosas divertidas.