Tras los sufridos bombardeos que tuvieron lugar durante la Segunda Guerra Mundial, Berlín, capital alemana, se levanta ante el mundo reconstruyendo hasta sus rincones más escondidos para brindarnos la posibilidad de adentrarnos en su historia.
Pequeños rayos de luz fueron iluminando las calles que una vez fueron teñidas de dolor y oscuridad, luego de 28 años de haber dividido su corazón con el Muro, esta increíble ciudad nos muestra su esplendor realizando un viaje comenzando en el pasado para llegar a la actualidad y admirar su poderío.
Los restos de un fascismo exacerbado pueden observarte con los restos del Muro de Berlín que durante tantos años separo familias y amigos o visitando bunkers que aun hoy provocan miedo y angustias en nuestras venas.
Isla de los Museos de Berlín sin duda una maravilla que no debe salir de su lista, declarada hace unos años Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, nos abre un abanico de cinco museos que van desde lo arquitectónico hasta el arte. Sus exposiciones son de lo más exquisitas para aquellos amantes de grandes colecciones.
Una de las principales Avenidas por recorrer, actualmente reconstruida luego de la caída del Muro, al haberse encontrado sus edificios completamente destruidos tras la II Guerra Mundial, Unter den Linden junto a la Avenida Kurfürstendamm, mayormente conocida por sus ciudadanos como Ku’ Damm, merecen ser recorridas y echar un vistazo a la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm. Podrá aprovechar, incluso, a conocer algunas de las franquicias de electrónica y moda más importantes de Alemania.
Año tras año, gracias a la unificación de Potsdamer Platz luego de la caída del muro, millones de turistas se concentran convirtiéndola en el centro de bullicio más grande de Berlín. En sus calles aun pueden admirarse los primeros semáforos europeos que han quedado en pie resistiendo la gran guerra que un día golpeo este epicentro alemán.
Dos grandes centros arquitectónicos, muestras resplandeciente de la unificación de la Platz, puede ser visitados al oeste de la plaza, el Sony Center, característico por presentar enormes cúpulas de cristal que cambian constantemente sus colores, y Quartier Daimler Chrysler rodeada de bellos jardines que le brindaran paz al salir de la ruidosa plaza.
Símbolo Alemán, imponente en sus 26 metros de altura con un estilo arquitectónico que nos brinda un aire de la bella Acrópolis, La Puerta de Brandeburgo, fue construida en el año 1791 en representación a la paz sobre las armas. Miles de turistas la visitan a diario intentando obtener un foto, perfecta para ser admirada durante la noche bajo su iluminación que la alzan al cielo provocando una imagen inolvidable.
Un último recorrido, además de gratuito, si deseas vivir la historia a pleno Underwelten Museum es la adrenalina que completa su viaje, sistemas de túneles y bunkers que han quedado de la Guerra Fría en la entrada de la Ciudad, recorrerán los subsuelos que algún día fueron guarida de miles de vidas.
Mas allá de ser un destino lleno de cultura, la ciudad de Berlín en los últimos años ha trascendido barreras y llegando a la cima de lo moderno. Múltiples lugares rebalsan de centros comerciales, bares, clubs y discos. Algunos de sus más preciados Shoppings se encuentran ubicados en la Avenida anteriormente nombrada Ku’ Damm, y podríamos decir que tal vez sea la más importante de la ciudad. Pero la tan aclamada Plaza, Alexanderplatz, es hogar de numerosos centros comerciales con aspectos arquitectónicos únicos e increíbles a los ojos humanos.
La ciudad de Berlín con el pasar de los años ha logrado realizar un viaje de transformación sin olvidar en un cajón su pasado, por el contrario sus mayores atractivos han sido fuente de sus memorias, aquellas que aun hoy entristecen el corazón del mundo. Desde sus penumbras hoy Berlín nos trae con toda su luz una ciudad de lo más bella que refleja el poder vivo de su pueblo.
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