Una provincia acogedora como ninguna, Pamplona llena de calor con típicas calles adoquinadas que nos harán viajar en el tiempo abrazándonos en historias y cultura que podrá admirarse con facilidad en sus edificios antiguos que aun se mantiene en pie con firmeza para mostrar toda su potencial arquitectónica mostrándonos sus contrastes nostálgicos y modernos todo el tiempo.
Pamplona se puesto de pie desde hace años atrayendo las miradas del mundo que desean salpicar sus visitas con la belleza de sus parques y peatonales con a capela y guitarras que darán entretenimiento a sus paseos en las tardes de esta magnífica tierra. Todo a su alrededor desprende historia y cultura que aun se respira en el aire de esta ciudad y que llegara a los corazones fervientes de sus visitantes curiosos y deseos por conocer sus proveniencias. Recorran sus edificios y museos tan ricos y maravillosos que le darán un toque mágico a su visita. Anímese y conozca la tan emblemática “fiesta” de San Fermín que tiene lugar el siete de Julio de cada año y comprenda las razones de su celebración.
Del Antiguo Reino de Navarra se desprende esta ciudad que en la actualidad toma el nombre de Pamplona que abre sus puertas a los ojos del mundo para ocupar uno de los puntos más importantes del mapa.
Ernesto Hemingway, gran amante y poeta enamorado de la bella Pamplona le ha dado en sus escrito las fuerza y la popularidad que la ha convertido en la ciudad que es hoy en día. Siempre describiéndola como una ciudad de ensueños pero que lamentablemente sus palabras no llegaron a describir y dilucidar semejante maravilla de ciudad. Desde entonces, miles y miles de turistas toman la decisión cada año de visitar esta ciudad y vivir sus fiesta al máximo adentrándose en su cultura y sintiéndola flor y piel.
Amantes de la arquitectura antigua tendrán en sus ojos un solo brillo. Los estilos góticos y renacentistas pueden admirarse en todo a su alrededor, cada edificio cada muralla cada catedral le dará un toque pintoresco y nostálgico a cada momento que hará contraste con la vibrante ciudad y las oleadas de turistas que caminaran por sus calles. La ciudad se volverá una verdadera fiesta para aquellos que saben admirar el arte desde cualquier ángulo pudiendo sacar a relucir la historia plasmadas en estas antigüedades edilicias.
Anímese a darse con los habitantes de pamplona tomando algún vino exquisito en sus bares típicos con mesitas a las afueras y luces opacas que pintan una imagen nostálgica con los muebles de maderas oscuras y los cuadros de campos en sus paredes. Serán bienvenidos y recibidos con los brazos abiertos y de seguro alguna que otra historia podrá llevarse de aquí para mantenerla plasmada en su memoria. Tómese su tiempo para disfrutar de su exquisita gastronomía y saboree con todas sus papilas los platos típicos del lugar que la han distinguido del resto por tantos años y con gran motivo.
No olvide recorrer los bellos paisajes de Roncal y las tierras de Sierras de Urbasa que encantaran su alma con la naturaleza que los abraza dejándolo vivir una experiencia inigualable y mágica. Conozca el Castillo de la Plaza principal durante la noche y aproveche para mirar al cielo y ver como el azul se apodera de todo junto a las brillantes estrellas lo acompañan o pase una velada en algún teatro típico de la ciudad escuchando Opera. Los mercados nocturnos nunca pasan de moda y son la mejor elección para una caminada nocturna luego de un día exhausto.
Sorpréndase descubriendo esta maravillosa ciudad y sacando a la luz los secretos que han sido escondidos por los turistas celosos que acuden a ella cada año.