El anfiteatro romano de Arles

En el 80 d.C. se inauguraba en Roma con toda la pompa el Anfiteatro Flavio (o Coliseo), culminación de la arquitectura y la ingeniería de la Roma imperial. Desconocemos si los artesanos que participaron en su construcción lo celebraron o descansaron tras completarlo, pero sí sabemos que después de este proyecto vinieron otros, y el siguiente en su lista fue el anfiteatro de Arlés, una pujante ciudad ubicada en el sur de la Galia.

 

El anfiteatro romano de Arles

De menor escala, este anfiteatro se construiría con el mismo diseño y bajo los mismos estándares de calidad que el Coliseo, dando prestigio a la ciudad de Arelate y entretenimiento a miles de personas en la región. Veinte siglos después, la arena de Arlés acumula una historia interesantísima y sigue en pie albergando espectáculos multitudinarios.

El anfiteatro romano de Arles fue construido en el 90 d.C. en el lado norte de la antigua y próspera colonia romana de Arelate, en plena Provenza francesa, y formaba parte de un plan general de ampliación y embellecimiento de la villa. Por aquel entonces, Arelate rivalizaba en importancia con Massilia (Marsella) como gran colonia romana del sur de Francia, y durante un tiempo fue incluso más próspera e importante que ésta, puesto que Arles se alineó con Julio César, el triunfador de la segunda guerra civil de la república de Roma mientras que Marsella lo hacía con su rival Pompeyo, y sufrió por ello las consecuencias. El anfiteatro de Arles es el vigésimo anfiteatro romano más grande del mundo, y uno de los mejor conservados.

Esta espectacular reliquia de la antigüedad galo-romana todavía continúa cumpliendo su propósito original de alojar eventos populares, ya sea lucha de gladiadores en sus comienzos o corridas de toros en la actualidad.

El anfiteatro romano de Arles
El anfiteatro romano de Arles

La construcción del anfiteatro cambió radicalmente la topografía de Arles. Parte de su primitiva muralla fue demolida –esta muralla databa del periodo Augusto, poco después de la fundación de la colonia, en el 46 a.C. –, como testimonian los restos de una torre defensiva que ahora se encuentra en el subsuelo del anfiteatro.

El anfiteatro de Arlés es un monumento de grandes dimensiones, con una superficie de alrededor de 11.500 m2. Con un eje principal que mide 136 metros de largo, y otro más pequeño de 107 metros, es algo más largo que el anfiteatro de Nimes, el que fue utilizado como modelo para su construcción. Aun así, su tamaño es mucho menor que el Coliseo de Roma, el mayor anfiteatro romano del mundo.

De 21 metros de altura, la fachada consiste en dos niveles de sesenta arcadas de arcos redondeados cada una, separadas por masivos pilares de piedra de sección rectangular. La entrada original no estaba situada en el lado norte, como aparece hoy día, si no que se encontraba en el lado este del anfiteatro, donde existen unos pocos restos de lo que fue una escalera que conducía a la ciudad.

La cavea, que consistía de 34 terrazas, fue dividida entre cuatro secciones (maenaiana) en función del rango social. Los asientos tenían una anchura uniforme de 0,4 metros, lo que ha hecho posible estimar un aforo total de alrededor de 21.000 espectadores (el Coliseo de Roma podía alojar 50.000 espectadores).

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